En estos tiempos inciertos y perturbadores, cada ataque distópico de brutalidad y fascismo se ha enfrentado a la respuesta rápida y precisa de nuevas formas de activismo, creatividad y comunidad. Desde Santiago, Chile hasta Minneapolis, Minnesota, pasando por Los Ángeles y la Ciudad de México, y en toda América del Norte, Central y del Sur, individuos, grupos, activistas, pequeños editores e impresores han estado en la línea de frente proponiendo contranarrativas, nuevas iconografías y la ampliación de horizontes de posibilidad.